
Con todo lo que ha pasado en el mundo del cómic desde los años 80, a veces nos olvidamos de que las viñetas son un medio de comunicación que, en muchos sentidos, están pensados para que los más pequeños disfruten y se diviertan, para que entiendan el poder de la lectura y de la imaginación. Y por eso es importante que sigan surgiendo títulos como Dragoncio y los Titiriteros de Binéfar, un cómic sencillo que tiene además la virtud de nacer de la realidad. No por Dragoncio, claro, sino porque los Titiriteros de Binéfar es una compañía que, como ellos mismos dicen en su web, llevan ya cuatro décadas recorriendo los caminos, exactamente igual que hacen sus fundadores, Paco y Pilar, en las páginas de esta simpática aventura que nos proponen Tenas Rico y Daniel Forondo. No vamos a pasar por el alto esa sinergia tan maravillosa que hace que el cómic sea parte integral de la cultura contemporánea, y lo vamos a hacer destacando, precisamente, el hecho de que da visibilidad a una compañía local, nuestra, propia, una que da voz a un arte que en un mundo tan audiovisual como el que tenemos corre el peligro de quedar olvidado. Si nos damos cuenta, hemos dado ya un puñado de razones por las que Dragoncio y los Titiriteros de Binéfar es un tebeo magnífico para los más pequeños lectores, y eso es algo que debemos valorar.
Rico se mueve con mucha habilidad para contar de una manera sencilla una historia de origen, mostrando un respeto tremendo por la tradición de los titiriteros y las compañías ambulantes que hacían las delicias de los niños antes de que la televisión, Internet y los videojuegos se instalaran en nuestro ocio. Su relato es un canto de amor a los cuentos, a las tradiciones, a las narraciones orales y a los espectáculos de marionetas, pero es también la historia humana de quienes quieren dedicarse a esa profesión, tan noble como a veces menospreciada. Y Foronda, al que ya conocemos de otros cómics infantiles como Los Amanticos (aquí y aquí, reseñas de sus dos primeras entregas) hace un gran trabajo desde su caricatura para que entendamos las dos facetas del cómic, la humana y la fantástica. Porque, no lo olvidemos, en estas páginas sale un dragón, uno muy particular, eso sí, pero un dragón al fin y al cabo. Con una extensión perfecta para los lectores que buscan, con un gusto exquisito para encandilar a los niños que se asomen a sus páginas y con unas ganas tremendas de hacer que nos lo pasemos bien. Y eso, al mismo tiempo que se convierte en un retrato tan precioso de la profesión de titiritero, es algo que necesariamente tiene que funcionar. Es un buen trabajo, que entiende a su público y que está hecho con un cariño evidente.
https://comicparatodos.wordpress.com/2021/12/07/dragoncio-y-los-titiriteros-de-binefar-de-tenas-rico-y-daniel-foronda/